“Si lo que hacemos por Cuba no lo hacemos por amor, mejor no lo hagamos. Si todos los que deseamos el bien de la nación, los de la importante disidencia interna y los del perseverante exilio nos armarnos de esas virtudes, seremos eficaces. Si asumimos el compromiso de no dejar que el personalismo o las pasiones las diluyan, habremos ganado. Si las mantenemos y contagiamos con ellas a todo nuestro pueblo, le habremos asegurado a Cuba un futuro feliz.” – Monseñor Agustín Román, “La importancia de la actual disidencia interna en Cuba“, 16 de diciembre de 2006.
El Nuevo Herald, 8 de abril de 2022
‘Patria y Vida’: La visión de Mons. Agustín Román
Por Arzobispo Thomas Wenski
Especial/El Nuevo Herald
La patria es el patrimonio común de todos los ciudadanos y, como tal, impone un deber serio. Al igual que el Padre Félix Varela, quien dijo “No hay patria sin valores”, Monseñor Agustín Román comprendió que no era menos patriota por ser católico ni tampoco menos católico por ser patriota.
Esta síntesis Vareliana de la fe religiosa y del deber cívico también explica la importancia de la Ermita para la diáspora cubana —y la importancia del trabajo que Monseñor Román hacía allí.
Monseñor Román era el Félix Varela de nuestros tiempos. Podríamos decir que el santuario fue construido como un reproche a la mentira del leninismo marxista que esclavizó a Cuba hace 63 años. El materialismo ideológico pretendió que Dios no existía y trató de borrar toda huella de Dios en la historia de Cuba y de destruir la identidad religiosa de la nación cubana. El mural que adorna el santuario de la Ermita cuenta la historia verdadera de Cuba —una historia que reconoce las contribuciones de hombres y mujeres de fe en la vida e identidad de la nación cubana. Pero también Monseñor Román vio a la Ermita como un antídoto para el materialismo práctico, que pone en peligro la vida de fe, aun en esta tierra de grandes libertades y oportunidades. Este materialismo práctico, que valora a las personas por lo que tienen y no por lo que son, pretende que Dios no importa.
La vida de Monseñor Román fue un testimonio coherente de que Dios sí importa. Y porque Dios importa también importan las criaturas hechas a su imagen y semejanza, no obstante su vulnerabilidad o su debilidad. Monseñor Román no se cansaba de poner ante nosotros las palabras de María, dirigidas a los sirvientes en las bodas de Caná: “Haced lo que él (Jesús) os diga”. Y el obispo Román siempre insistió en que para ser devoto de María había que imitarla en su confianza y su obediencia.
El Papa San Juan Pablo I, en su libro Memoria e Identidad, afirmó la diferencia entre un patriotismo constructivo y un nacionalismo destructivo. “El patriotismo es el amor por todo lo relacionado con nuestra tierra: su historia, sus tradiciones, su lengua, sus características naturales. Es un amor que se extiende también a las obras de nuestros compatriotas y los frutos de su genio. Mientras que el nacionalismo implica reconocer y perseguir el bien de la propia nación sola, sin tener en cuenta los derechos de los demás, el patriotismo es un amor por la tierra natal que otorgue derechos a todas las otras naciones iguales a los reclamados por la propia. El patriotismo, en otras palabras, conduce a un amor social bien ordenado”.
Monseñor Román sufrió exilio por culpa de un nacionalismo destructivo que se apoderó de su amada Cuba, pero nunca dejó de ser un patriota —ni jamás dejó de predicar sin cansancio la buena nueva de Jesucristo que nos da la vida eterna. Se dedicó totalmente a la Patria y a la Vida.
Thomas Wenski es el arzobispo de la Arquidiócesis de Miami.
https://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article260251985.html
Diario las Américas, 7 de abril de 2022
Miami conmemora 10º. Aniversario muerte monseñor Agustín Román
07 de abril de 2022 – 13:04 – Por JESÚS HERNÁNDEZ
El legado del sacerdote católico cubano, Padre espiritual del exilio, trasciende el tiempo y la geografía
MIAMI.- El Santuario Nacional Ermita de la Caridad convoca en Miami la conmemoración del décimo aniversario del fallecimiento de monseñor Agustín Román, el sábado 9 y el lunes 11 de abril.
Acorde con el informe suministrado por la entidad católica, el sábado 9, a las 9:30 a.m., será abierta al público la exposición Padre espiritual del exilio, en el salón Padre Félix Varela, de la Ermita de Caridad, con una importante exhibición de fotografías, objetos personales, documentos y ornamentos de monseñor Román.
Unos minutos después, a las 10 a.m., se proyectará el documental La iglesia que creció con el exilio, dedicado a monseñor Román y su labor evangélica en Miami y otras comunidades.
A las 11 a.m. el salón acogerá una conferencia temática sobre la vida, obra y legado de monseñor Román, con la participación de Teresita Núñez, Rafael Peñalver, Julio Estornino y Daniel Shoer Roth.
El lunes 11, a las 10 a.m., feligreses y sacerdotes acudirán al cementerio católico Our Lady of Mercy, en Doral, para rezar el santo Rosario ante la tumba de monseñor Román.
Más tarde, a las 8 p.m., una mira memorial en recuerdo a monseñor Román será oficiada por el padre José Espino.
La entrada a las conmemoraciones es libre, pero limitada al aforo, capacidad, de las locaciones.
Santuario Nacional Ermita de la Caridad, 3609 S. Miami Avenue, Miami
Padre Román
Agustín Aleido Román nació en Cuba, en 1928 y fue ordenado sacerdote en 1959.
Fue expulsado por la dictadura de Fidel Castro en 1962 de la isla en 1962 en el barco Covadonga y llegó a Estados Unidos en 1966, donde concibió y fundó el Santuario Nacional Ermita de la Caridad, que está dedicado a la patrona de Cuba.
El Padre Román fue posteriormente consagrado obispo auxiliar para la Arquidiócesis de Miami. Su inmensa labor evangelizadora, trabajo apostólico, liderazgo espiritual y amor a Cuba le otorgaron el título de Padre Espiritual del Exilio.