Embargo de armas y libertad para los presos políticos: ejes de la lucha contra el castrocomunismo

Cubanet, 16 de diciembre de 2021

Embargo de armas y libertad para los presos políticos: ejes de la lucha contra el castrocomunismo

La petición exige también que Cuba libere a todos los presos políticos, que cese la represión en la Isla y que los obispos alrededor del mundo ofrezcan plegarias por las víctimas del castrocomunismo y en favor de la reconciliación nacional

Por Frank Calzon

WASHINGTON, Estados Unidos. — Hace 76 años, tras derrotar la tiranía nazi, 51 naciones firmaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El pasado 10 de diciembre, un grupo de intelectuales, artistas, exdiplomáticos y líderes religiosos de alrededor del mundo pidieron la libertad de los presos políticos cubanos, solicitando a Naciones Unidas que enviase una comisión a la Isla, refiera a Cuba a la Corte Internacional Criminal y establezca un embargo global contra la venta de armas al régimen de La Habana.

El pedido coincidió con la Cumbre por la Democracia, organizada por el presidente estadounidense Joe Biden. Participaron en ese evento más de cien países. China, Cuba, Turquía, Corea del Norte Rusia y otros dictaduras no fueron invitadas.

La mencionada petición contra el régimen cubano, que comienza a recibir la atención de varias cancillerías alrededor del mundo, exige también que Cuba libere a todos los presos políticos, que cese la represión en la Isla y que los obispos alrededor del mundo ofrezcan plegarias por las víctimas del castrocomunismo y en favor de la reconciliación nacional durante las misas que se celebren durante la época navideña.

Entre los firmantes se encuentran Martin Lessenthin, de la Sociedad Internacional por los Derechos Humanos, con sede en Alemania; Anna Lee Stagg, de Solidaridad Cristiana Internacional; Aaron Rhodes, presidente del Foro por la Libertad Religiosa y exdirector de la Federación de Helsinki por los Derechos Humanos; el Embajador Andrew Bremberg, presidente de la Fundación Víctimas del Comunismo; Mary Curtis Horowitz, presidente de la Fundación Horowitz sobre Política Social, y Everett Briggs, exembajador norteamericano en Portugal y Panamá.

Entre los cubanos firmantes se encuentran el músico y compositor Paquito D’Rivera, Premio Grammy, ganador del Premio Grammy; Rosa María Payá, de Cuba Decide; el profesor Carlos Eire, de la Universidad de Yale; el Reverendo Mario Félix Lleonart Barroso, del Instituto Patmos; la intelectual y feminista Ileana Fuentes; Guillermo Mármol, presidente de la junta de directores del Centro para Cuba Libre, y Sebastián Arcos, de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).

La carta cita a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidiendo que todos los detenidos sean puestos rápidamente en libertad. Los firmantes añaden que “la respuesta de Cuba ha sido un maltrato aún mayor de lo presos políticos”.

“Los presos de conciencia Maykel ´Osorbo´ Castillo Perez; Franco Benítez; Esteban Rodriguez; Luis Manuel Otero Alcántara; Yandier García Labrada; José Daniel Ferrer García; Félix Navarro Rodríguez; Virgilio Mantilla Arango; Roberto Pérez Fonseca y Eloy Bárbaro Cardoso Pedroso se encuentran en condiciones precarias en cárceles donde el COVID-19, la hepatitis y otras enfermedades contagiosas proliferan descontroladamente, sin que sean atendidos y sin que haya supervisión del exterior de ningún tipo”.

Aunque algunos no lo crean, lo que nos dice la Biblia también pudiera impactar sobre la trágica historia de la mayor de las Antillas: “No hay nada nuevo bajo el sol”. Ni el pedido de una amnistía de presos políticos, ni un embargo de armas contra una dictadura en Cuba son “nada nuevo bajo el sol”. En 1955, el gobierno de Fulgencio Batista respondió a un pedido similar de las madres de los asaltantes al cuartel Moncada y de los obispos cubanos, liberando a aquellos jóvenes revolucionarios responsables de muchas muertes. En el caso del embargo de armas, fue el Dr. Ernesto Betancourt, representante en Washington del Movimiento 26 de julio —quien años después saliera al exilio luego del giro comunista del gobierno de Fidel Castro—, el que logró que el entonces presidente de Estados Unidos, el General Dwight Eisenhower, decretase un embargo de armas y piezas de repuesto —que La Habana ya había pagado— contra Cuba.

https://www.cubanet.org/opiniones/cuba-embargo-de-armas-y-libertad-para-los-presos-politicos/